Entre otros ámbitos, las empresas se ven expuestas a riesgos en materias como:
Criminalidad informática y revelación de secretos
Defraudaciones
Insolvencias punibles
Daños informáticos
Delitos relativos a la propiedad intelectual e industrial, al mercado y a los consumidores
Delito de blanqueo de capitales
Delitos contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social
Delitos urbanísticos
Delitos de contaminación ambiental
Tráfico de influencias y corrupción